Destaco en especial mi presentación en Rosario, una ciudad de esas en las que uno no puede más que sentirse a gusto y en su propia casa. La biblioteca del Club Español fue un marco más que especial e intimo para dar a conocer algunas de mis ideas. Muchos se reunieron para escucharme y compartir conmigo ese momento, pero sin duda he sido yo el que ha aprendido una lección de todo este cometido. Cuando termine mi exposición, no sé por que motivo especial, recordé una breve pero contundente frase de Concepción Arenal: “las cosas son imposibles, cuando lo parecen”. Hoy puedo afirmar que tuvo sentido recordar esas palabras. Mucho es lo que se empeña cuando debemos cambiar la forma de pensar y de obrar sobre la realidad de las organizaciones. Tal vez es más difícil de lo que creemos o sólo lo estamos viendo desde una sola perspectiva. Rosario me enseñó que no estaba equivocado en arrojarme a escribir sobre el cambio de la realidad.
Muchas personas para agradecer en estte periplo: Miguel Lifschitz, Intendente de Rosario, Fernando Asegurado, Secretario de Gobierno del Municipio de Rosario, Sergio Ramos, Director general ed Relaciones Internacional del Municipio de Rosario, Julio Olmos Lablanca, Consejero de Trabajo e Inmigración, Cristina Alcover, Responsable de la Sección de Trabajo e Inmigración del Consulado, Fernado Martinez WesterHausen, Cónsul General en Rosario y tantos amigo que me honraron con su presencia y apoyo.
Les dejo algnas imagenes que dan testimonio de esa valiosa experiencia.
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